El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desestimó este lunes las versiones sobre un supuesto “doble comando” en el Gobierno de Javier Milei y relativizó la influencia del asesor presidencial Santiago Caputo. En declaraciones radiales, Francos afirmó: “El jefe de Gabinete soy yo. Caputo no tiene firma ejecutiva ni resuelve temas”.
El funcionario salió así al cruce de los rumores surgidos tras recientes afirmaciones del propio Milei, quien había mencionado la existencia de una “segunda instancia de control político” a cargo de Caputo. No obstante, Francos le restó dramatismo a esas palabras y sostuvo: “No creo que haya sido esa la intención del Presidente”.
Además, negó haber sentido una pérdida de autoridad: “El Presidente nunca me cuestionó los temas que le llevé para su consideración. Sus expresiones no me molestan para nada”, subrayó.
Consultado sobre las referencias al llamado “Triángulo de Hierro” –concepto que describe la estructura de poder informal entre Milei, Caputo y Karina Milei–, Francos fue tajante: “No agregan nada. El Presidente se maneja como considera necesario. Yo soy el jefe de Gabinete y asumo la responsabilidad de los actos que firmo”.
Aunque Caputo es considerado una pieza clave del armado libertario, actualmente presta servicios como monotributista, contratado externamente, y no ocupa un cargo formal en el organigrama del Ejecutivo.
Las aclaraciones de Francos llegan luego de que Milei, en recientes entrevistas, describiera el esquema de funcionamiento de su administración: “La llegada de Francos fue liberadora. Cada ministro tiene libertad para actuar dentro de los lineamientos ideológicos que yo marco. Luego hay un control político con Francos, una segunda instancia con Caputo, y finalmente la firma final la pongo yo”, explicó el mandatario.
Francos también declarará por el caso $LIBRA
En otro frente, el jefe de Gabinete confirmó que este martes asistirá a la Cámara de Diputados para ser interpelado en el marco del caso $LIBRA, vinculado a la promoción de una criptomoneda en redes sociales oficiales. Francos minimizó la polémica al señalar que se trata de una “cuestión política”, más relacionada con el clima preelectoral que con irregularidades administrativas.
“El cuestionamiento surge de un tuit de Milei hecho desde la residencia de Olivos. Desde mi punto de vista, no afecta mis funciones ni configura un hecho institucional grave”, argumentó.
La comparecencia de Francos ante el Congreso se da en un contexto de crecientes tensiones políticas, mientras el Gobierno de Milei intenta consolidar su base de poder y disipar rumores sobre el peso de sus asesores más cercanos.
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