A cuatro días del cierre de listas para las elecciones legislativas, Sergio Massa decidió no competir como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. El líder del Frente Renovador comunicó su decisión a través de sus principales referentes, con el argumento de “fortalecer la unidad” dentro de Fuerza Patria.
La definición llegó pese a que Massa había recibido respaldo para postularse, incluso de Cristina Kirchner. Sin embargo, optó por apartarse para evitar tensiones con otros sectores, en particular con Juan Grabois, quien había advertido que competiría por fuera del frente si el exministro de Economía encabezaba la boleta.
Desde el Frente Renovador aclararon que Massa continuará participando del armado político y mantendrá un rol activo en la campaña, buscando conservar las cuatro bancas nacionales que su espacio renueva este año.
Impacto en el armado bonaerense
La decisión desactiva uno de los principales focos de conflicto en la provincia y allana el camino hacia un cierre de listas “más ordenado”. Dentro de Fuerza Patria conviven distintas vertientes: el cristinismo de Máximo Kirchner, el Movimiento Derecho al Futuro que responde a Axel Kicillof y el propio massismo.
El desafío ahora es consensuar los nombres para la lista de diputados nacionales que competirán el 26 de octubre, en paralelo a la campaña bonaerense de septiembre. Entre los posibles candidatos que suenan están Máximo Kirchner —impulsado por un operativo clamor de intendentes—, Federico Achával (Pilar), Guillermo Moreno, Agustín Rossi, Teresa García, Sergio Palazzo y Juan Manuel Urtubey, este último firme como aspirante al Senado por Salta.
Disputa por el mensaje de campaña
Mientras algunos sectores proponen centrar el discurso en la proscripción de Cristina Kirchner, otros buscan enfocarse en la gestión y en los problemas cotidianos de los bonaerenses. La definición de la estrategia comunicacional y de los candidatos podría demorarse hasta el último minuto del domingo, cuando vence el plazo formal para presentar las listas.
En este contexto, Massa apuesta a ejercer influencia “desde las sombras del consenso” antes que en la primera línea, en un año en el que el peronismo bonaerense intentará mostrarse cohesionado frente al oficialismo nacional de Javier Milei.

