El Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos de mayor prestigio en el país, enfrenta una delicada situación financiera que involucra directamente al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). Según el Gobierno nacional, la obra social bonaerense lidera el listado de entidades que mantienen deudas millonarias con el hospital.
La administración de Javier Milei informó que el IOMA adeuda al Garrahan más de $4.500 millones, cifra que representa el 40% del total reclamado por el Ejecutivo a 23 obras sociales provinciales. En ese marco, la Casa Rosada apunta contra la gestión de Axel Kicillof, a quien acusa de desfinanciar el sistema de salud y perjudicar a uno de los hospitales pediátricos más importantes del país.
Desde el Gobierno bonaerense salieron al cruce. El ministro de Salud, Nicolás Kreplak, desmintió los montos y aseguró que «Milei miente» para eludir su responsabilidad con el hospital. Según los datos oficiales de la Provincia, durante 2025 el Garrahan le facturó al IOMA $1.268 millones, de los cuales ya se pagaron $1.006 millones. “No digan mentiras y sean responsables. Resuelvan la situación del hospital pediátrico más importante del país”, respondió Kreplak.
Sin embargo, desde Nación explican que gran parte de la deuda tiene origen en juicios iniciados desde 2017 y que el monto actual –el más alto en años– supera los $1.900 millones.
La crisis del IOMA: protestas y recortes en toda la Provincia
Más allá de la disputa por los números, lo cierto es que el IOMA atraviesa una crisis estructural que afecta a más de dos millones de afiliados en toda la provincia de Buenos Aires. Recortes en las prestaciones, demoras en los reintegros y falta de turnos son moneda corriente en hospitales y clínicas que ya no dan abasto.
En varios distritos, como La Plata, Mar del Plata y Tandil, las protestas se multiplican. En la capital provincial, numerosos profesionales decidieron cortar vínculos con la obra social por la demora en los pagos y la falta de previsibilidad. En Mar del Plata, afiliados marcharon bajo la lluvia hasta la sede local para exigir atención, medicamentos y respuestas concretas. En Tandil, muchos deben recurrir a la Clínica Chacabuco –prestador del PAMI– o pagar consultas privadas ante la saturación del sistema.
Una de las medidas impulsadas por el titular del IOMA, Homero Giles, para paliar la situación fue la creación de policonsultorios gestionados por la Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados (ACEAPP). Sin embargo, lejos de solucionar los problemas, estos centros provocaron más reclamos por su mala organización, escasa cobertura y falta de profesionales.
¿Prioridad al Garrahan o a los afiliados?
Con una deuda millonaria por saldar y una creciente ola de quejas de afiliados, el IOMA enfrenta un dilema: ¿enfocar los recursos en el Garrahan o en la recuperación de un sistema colapsado? Lo cierto es que, en medio del cruce político, miles de bonaerenses siguen esperando por una atención médica digna.

